lunes, 23 de diciembre de 2013

El Santa de Schrodinger y otros hechos científicamente correctos de laNavidad

Erwin Schrodinger navideño
Es un buen momento del año para retomar mi blog. Después de unos muy ocupados meses, y en vísperas de Navidad decidí escribir algo para aquellos que frecuentan mi blog. Quién me conozca en persona sabrá que amo la Navidad... y la Ciencia. Así que una entrada que hable de la ciencia de la Navidad es más que esperada.

Si son como yo, es probable que hayan dejado sus compras navideñas para última hora. Si fue así, hay algo que me gustaría comentarles, que tiene relación con las interminables filas que se crean en los supermercados durante estas épocas. Roger Highfield menciona en su libro "La Física de la Navidad" (The Physics of Christmas) lo siguiente:



Aunque las filas de personas en un supermercado están sujetas a retrasos aleatorios, en promedio, tienden a moverse a la misma velocidad. Esta característica de la experienca de las compras navideñas se refleja de forma matemática por el llamado proceso Poisson, donde se asume que las personas son más propensas a llegar en un momento como en cualquier otro, pero que precisamente cuando llegan es totalmente aleatorio.

Es decir, en palabras simples, no importa cual fila del supermercado tomes, estadísticamente tardarás en promedio el mismo tiempo en cualquiera de ellas. Nunca falta la larga fila de clientes con un cajero eficiente, o la fila pequeña con el cliente que paga con una tarjeta de crédito que no registra el pago sin importar cuandas veces la pasen por la terminal. Así que en estas compras navideñas, no pierdan diez minutos buscando en cual fila formarse, mejor céntrense en que regalarle a sus hijos o a su Secret Santa (amigo secreto).

Y hablando de Santa, ¿Acaso no sería genial poder ver que un anciano bonachón nos regalara aquello que siempre hemos querido para Navidad? (A ti a todos los niños del mundo). Bueno, pero simplemente es imposible. Y no porque no exista Santa Claus, sino por la clásica restricción navideña que nos dice no podemos ver a Santa, pues uno no debe estar despierto cuando llegue. Y dado que de pequeños no tendemos a desvelarnos por mucho tiempo, es practicamente imposible esperar a que llegue. Pero, ¿Cómo es posible que jamás podamos ver a Santa Claus o que entregue tantos regalos en una sola noche? Bueno, pues Sergió Regules nos da una interesante hipótesis al respecto. Es posible que Santa Claus siga las leyes y principios de la física cuántica:

La mecánica cuántica es la teoría física más fundamental y exacta que tenemos. Hasta donde sabemos, todo en el universo cumple las leyes de la mecánica cuántica. En ciertas circunstancias, la mecánica cuántica permite que un objeto esté en muchas posiciones al mismo tiempo. Ese extraño estado es muy delicado: basta un soplo de energía –la más tenue partícula de luz, por ejemplo—para que el objeto se reintegre y aparezca en un solo sitio, como cualquier objeto decente.

Si Santa Claus lograra ponerse en semejante estado quizá podría estar en todo el mundo al mismo tiempo y entregar todos los regalos sin dificultad. Pero recordemos que esta insólita superposición de santacloses por todo el planeta es muy frágil. ¿Será por eso que Santa Claus no se deja ver? ¿Podría ser que la limitación santaclosiana se deba a que San Nicolás teme que al verlo se destruya su superposición de estados cuánticos?  

Algo que básicamente podríamos llamar "El Santa de Schrodinger". Pero, si Santa se transporta usando la física cuántica... ¿Qué pasa con sus Renos? ¿Que hay con Dancer, Francer, Vixen, Comet, Cupid, Donder, Blitzen... y Rodolfo? Bueno, es posiblemente que Santa prefiera usar las leyes de la física cuántica antes que utilizar renos enfermos. Porque ¿Si sabían que Rodolfo estaba enfermo?.

En un interesante y clásico artículo publicado en la revista científica Parasitology Today Odd Halvorsen (1986) nos habla de la imensa cantidad de parásitos que pueden vivir en los renos, su relación con las bajas temperaturas, y como su incremento en ellos pueden causar desde transtornos neuronales hasta narices rojas. Asi que, si viven en lugares con bajas temperaturas, ni se les ocurra tener renos para tirar de sus trineos, y mucho menos para comer. Aunque claro ¿Quien come reno cuando en navidad se acostumbra a comer pavo?

Así que para finalizar, y si quieren asombrar a sus amigos con un pavo bien horneado, recurran a los consejos que nos ha brindado la ciencia. Verwilghen, Busoni, van Galen y Milke (2011) recientemente publicaron en la revista Veterinary Record un estudio que señala las mejores formas de abrir y suturar un pavo para rellenarlo y hornearlo. En un experimento completamente aleatorizado, y siguiendo las directrices del Departamento de Estados Unidos de Seguridad Alimentaria y Servicios de Inspección, cortaron 15 pavos siguiendo modelos que son utilizados por la medicina quirúrgica en operaciones de cesárea y estomacales y los rellenaron con carne. Posteriormente, los suturaron utilizando diferentes técnicas y materiales de sutura, y finalmente los pusieron en el horno. Finalmente, el estudio concluyó que la mejor forma de suturar el pavo para que este tenga una mayor estética y la piel no se rompa durante el horneado, es utilizanco grapas quirúrgicas. Así que esta navidad, no escatimen en utencilios médicos para utilizar en la cocina, después de todo, siempre es una buena ocasión para impresionar a la familia y amigos.

Referencias



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