Esta ocasión decidí hablarles de algo no relacionado con la neurociencia, sino más de la ciencia en general y como en algunas ocasiones las políticas públicas pueden favorecerla. Hoy les vengo a contar el curioso caso de "El Experimento de Oregón".
Quizás la mayoría de ustedes desconozcan en que consiste el Experimento de Oregón, y francamente yo también lo desconocía. Me enteré de ello hace unos días cuando escuchaba un podcast de difusión científica que amo escuchar en mis ratos libres: Ideómica por Luis Quevedo (Les recomiendo altamente seguir este podcast y cualquier cosa hacha por Luis Quevedo). En este podcast explicaban un curioso experimento que ocurrió de manera natural en la ciudad de Oregón:
Resulta que el gobierno de dicha ciudad quería iniciar un programa de seguridad social universal (derechohabiencia o como quieran llamarle) con la población mayor de edad de esa localidad. Sin embargo no se contaba con el suficiente presupuesto para asegurar a dicha población, por lo que decidió que la forma más justa de comenzar una primera etapa de "aseguramiento" sería elegir de forma aletoria a los ciudadanos que serian asegurados. De tal forma, contando con un universo de aproximadamente 10,000 ciudadanos, se eligió asegurar a una mitad de esta y dejar sin asegurar de forma momentánea a la otra mitad, dando como resultado el diseño perfecto para comparar los beneficios y efectos de las políticas de seguridad social en una población.
Evidentemente, contar un grupo control y experimental tan numeroso y generalizable volvió locos a los científicos, que no hicieron más que aprovechar dicha situación para poner en marcha un estudio que señale las diferencias existentes en las personas con y sin seguridad social para demostrar los posibles efectos positivos de contar con seguridad social.
No fue hasta que el año pasado (mayo de 2013), cinco años después de haber puesto en marcha el programa, que fueron publicados de forma oficial los resultados. El estudio, disponible en el New England Journal of Medicine, señala como no existen beneficios físicos estadísticamente significativos entre las dos poblaciones (con y sin seguro médico). Las únicas diferencias significativas en las personas con seguro médico son las siguientes:
- La probabilidad de la detección y el diagnóstico de diabetes es mayor, y por tanto en el uso de medicamentos para el tratamiento de la misma (aunque no hubo diferencias en la cantidad de heomoglobina glusosilada en ambos grupos).
- Disminuye la probabilidad de tener un diagnóstico de depresión.
- Y aumenta la cantidad de veces que los usuarios utilizan servicios de salud preventivos así como de emergencias. Esto último quizás se deba a que posiblemente las personas no aseguradas tienen que pagar por servicios médicos (sean preventivos o de emergencia) cuando los utilizan, por lo que hacen un uso menor de ellos.
De tal forma, podemos ver como simples aplicaciones de política pública pueden afectar el estilo de vida de comportamientos de los ciudadanos. Y esta vez, no solo podemos afirmarlo utilizando asunciones o hipótesis, sino que podemos afirmarlo con hechos científicamente validados, a partir de metodología robustas y bien fundamentadas. En definitiva, esperemos que experimentos como el llevado a cabo en Oregón puedan realizarse en otras latitudes y con otras políticas públicas, para de esta forma poder incidir de manera certera en medidas que puedan afectar positivamente la calidad de vida de los ciudadanos mediante fundamentos empíricos.
Sin más que agregar, les invito a leer el artículo completo en el siguiente enlace: http://www.nejm.org/doi/pdf/10.1056/NEJMsa1212321
Referencias
Baicker K, Taubman SL, Allen HL, Bernstein M, Gruber JH, Newhouse JP, Schneider EC, Wright BJ, Zaslavsky AM, Finkelstein AN, Oregon Health Study Group, Carlson M, Edlund T, Gallia C, & Smith J (2013). The Oregon experiment--effects of Medicaid on clinical outcomes. The New England journal of medicine, 368 (18), 1713-22 PMID: 23635051
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