domingo, 27 de mayo de 2012

Neurociencia y responsabilidad criminal: El caso de los psicópatas

Este mes de mayo ha sido publicado un interesante artículo en la revista Archivos Generales de Psiquiatría que ha determinado diferencias en la cantidad de materia gris entre delincuentes con un Trastorno Antisocial de Personalidad (TAP) con y sin psicopatía, y a su vez la diferencia entre estos dos y la población no delictiva. Las conclusiones de la investigación han llamado la atención tanto de investigadores como de la prensa y del público en general. He revisado las reseñas y conclusiones que han sido publicados en algunos blogs y sus conclusiones me han parecido un poco exagerados. Muchas de estas conclusiones mencionan que esta investigación tendrá repercusiones al momento de determinar la responsabilidad criminal de los psicópatas, debido a que en efecto, existen diferencias en cuanto a la cantidad de materia gris entre delincuentes psicopáticos y no psicopáticos; asumiendo cierto grado de inimputabilidad como si de un retraso mental o un trastorno psicótico se tratase. A continuación expondré mi opinión acerca de la imputabilidad y responsabilidad criminal de los psicópatas y porqué creo que estas afirmaciones han sido bastante exageradas.



Gregory et al. (2012): ¿Otro estudio más de psicopatía y neuroimagen?


La respuesta rápida a esta pregunta es un categórico "No". La respuesta más elaborada tendría que considerar el sustento empírico, metodológico y analítico de esta investigación, el cual explicaré a continuación:

Gregory y sus colaboradores del King's Colege de Londres realizaron una investigación para determinar si existen diferencias entre la cantidad de Materia Gris (MG) entre delincuentes con un diagnóstico de Trastorno Antisocial de Personalidad más un diagnóstico de Psicopatía (TAP+P), delincuentes con un diagnósticos de Trastorno de Personalidad Antisocial sin Psicopatía (TAP-P), y población no delincuente. Si bien muchos estudios como este han sido realizados con anterioridad, este se caracteriza por un rigor métodologico muy marcado.

Los investigadores se cercioraron de controlar ciertas variables que podrían influir en los resultados del estudio. Se tomó en cuenta factores que podrían afectar la cantidad de MG en todos los participantes, tales como el nivel educativo, CI, otros trastornos del Eje I y abuso de sustancias. Fueron excluidos participantes con algún trastorno mental/de sustancias, y con algún antecedente de lesiones cerebro-vasculares, de tal forma que se aparearon las características de los tres grupos.

Este filtro en cuanto a los participantes y sus características es poco realizado en este tipo de estudio según los autores. Muchos estudios no toman en cuenta el abuso de sustancias y trastornos afectivos que pueden tener los participantes, lo que puede afectar los resultados obtenidos.

Figura 1. Diferencias en cantidad de MG entre delincuentes con TAP+P y con TAP-P
Figura 1. Diferencias en volumen de MG entre delincuentes con TAP+P y con TAP-P.

Los resultados fueron hasta cierto punto reveladores. Digo hasta cierto punto porque de antemano se sabe de la existencia de estas diferencias, pero generalmente se sabe por estudios que combinan delincuentes con TAP+P y TAP-P, debido que no se realizo un categoría distinta para cada grupo. Se encontró que en efecto, existen diferencias entre los tres grupos. Estas diferencias se encuentran en la Corteza Prefrontal Medial anterior y el polo temporal (Ver Figura 1). Se sugiere que estas diferencias explican hasta cierto punto la falta de empatía y labilidad emocional de los psicópatas. Los investigadores no encontraron diferencias en estructuras que anteriormente habían sido relacionadas con la psicopatía y el TAP como son la Corteza Prefrontal Ventromedial (CPFvm) y la amígdala.

Crítica al estudio


Creo que una gran aportación de este estudio es su preocupación por controlar variables que pudieran afectar los resultados. Me parece una maravilla y un ejemplo a seguir el rigor metodológico que se llevo a cabo. Quizás el único "pero" que pudiese tener en cuanto al estudio, son sus conclusiones sobre la inexistencia de anormalidades en la CPFvm. Los autores sostienen que no hay diferencia como en otros estudios. Quizás lo que hay que precisar, es que estos "otros" estudios utilizan técnicas neuropsicológicas y psicofisiológicas para determinar estas diferencias. Por ejemplo, se usan tareas que evalúan las funciones de la CPFvm como el Iowa Gambling Task, cuya relación entre estas tareas y el funcionamiento de la CPFvm ha sido validado por estudios con neuroimagen funcional (Li, Zhong-Li, D'Argembeau, Ng y Bechara, 2010; Northoff et al., 2006), a diferencia de este estudio que busca una diferencia estructural y no funcional como los estudios que cita. Para finalizar esta pequeña discusión, es que una posible respuesta a ello es proponer un estudio similar al de Gregory et al. (2012) pero que intente determinar diferencias funcionales en lugar de diferencias estructurales. Por ejemplo, podría ponerse a los grupos mencionados en el estudio a realizar el Iowa Gambling Task mientras es monitoreado su metabolismo cerebral en una máquina de fMRI (claro, con las correcciones estadísticas pertinentes para evitar falsos positivos).


Implicaciones de los Correlatos neuronales de la Conducta Antisocial y la Responsabilidad Criminal


¿Cuáles son las implicaciones de los hallazgos de la neurociencia (afectiva o cognitiva) en el ámbito de lo legal? Si hay estructuras o (dis)funciones que predisponen a un individuo a conductas antisociales ¿Realmente es imputable o no lo es debido a que no existe Libre Albedrío del todo?

Estas preguntas generan discusiones desde el ámbito del sistema judicial hasta la psicología y filosofía experimental (Si, existe una rama de la filosofía llama "filosofía experimental", pero esto será tema de otra entrada futura). Discutirlo merece una exhaustiva revisión y análisis, el cual no es el objetivo de esta entrada, sin embargo, intentaré proporcionarles mi opinión sobre este tema basándome en algunos artículos que leído a lo largo de mi vida académica.

Anormalidades anatómicas y funcionales en el cerebro del psicópata y la responsabilidad criminal


Junto con el estudio de Gregory y sus colaboradores (2012) existen otros más que abordan la existencia de anormalidades tanto anatómico-estructurales como funcionales en las personas con psicopatía (Véase por ejemplo la revisión de Blair del 2006). Desde un punto de vista extremo del determinismo, cabría esperar que esta evidencia repercuta en la atribución de menor responsabilidad en los delitos cometidos por personas con psicopatía. Es decir, al igual que otros trastornos como el retraso mental o las psicosis, estas diferencias afectan la conducta del individuo. Sin estas diferencias, se asume que el individuo tendría menos probabilidades de cometer actos antisociales. Luego entonces, hay menos responsabilidad debido que tienen una predisposición biológica a cometer esta clase de conductas.

El otro lado de la moneda: La Teoría de la Mente en la Psicopatía


Bien, yo no comparto estos razonamientos silogisticos pues solo analizan una parte del problema, y caemos en falicias como la descrita arriba. Veamos una clara explicación de porque no comparto estas ideas.

Si bien es verdad que una de las características de la psicopatía es la falta de empatía, remordimiento y afectos superficiales, este no es el único elemento de la caracterización del psicópata. El Dr. Robert Hare -quizás el mayor exponente de estudios de psicopatía en el mundo- menciona en su libro "Sin Conciencia" que otra de las características de la psicopatía la capacidad para mentir patológicamente y manipular instrumentalmente a las personas (Hare, 1993).

Mentir y manipular a las demás requiere de una capacidad y habilidad de análisis socioemocional que solo algunos mamíferos poseen. Requiere de la capacidad de inferir estados emocionales y creencias en otro individuo, es decir, lo que se conoce dentro de la psicología como "Teoría de la Mente" -ToM- para para poder engañar efectivamente (Johnson et al. 2005). Por ejemplo, supongamos que deseo mentirle a mi madre acerca de que salí tarde de clases, cuando en realidad salí con mis amigos (obviamente, para evitar castigos y otras consecuencias que considero aversivas). Yo necesito contarle una historia convincente, y yo sabré que esta historia es convincente, al juzgar si mi madre ha creído o no el engaño a partir de mi interpretación de su conducta verbal y no verbal. Asumo que se lo ha creído cuando deja de interponer cuestionamientos y preguntas; y asumo que no, cuando éstos continúan. Aquí estoy haciendo uso de la teoría de la mente, pues analizo los estados emocionales y cognitivos de mi madre. 

Esta capacidad queda intacta en la psicopatía. Es decir, los psicópatas son capaces de contar elaboradas y convincentes mentiras a sus presas y futuras víctimas, con la finalidad de que ellas se lo crean, y sean un medio para conseguir los objetivos del psicópata. De tal forma, se puede observar que el psicópata posee capacidad de planificación, y de un análisis socioafectivos del contexto, fundamental para la toma de decisiones morales al juzgar lo bueno y lo malo de las cosas. 

Poseer esta capacidad y decidir no hacer lo bueno y sí lo malo en favor de nuestros objetivos (como decidir engañar o no a otra persona), es la razón por la que creo que la responsabilidad de los delincuentes psicopáticos, no es tan cuestionable como otros autores sugieren (Blair, 2008). Sino más bien, existe responsabilidad, así como también cierto grado de tendencias a realizar estos actos, debido a que el psicópata tiene disfunciones afectivas que lo llevan a una toma de decisiones poco empática para con sus víctimas, pero al fin y al cabo, decisiones tomadas libremente por la persona, y que no ha visto comprometida su capacidad para juzgar y discernir lo bueno de los malo (Glannon, 2008).

Hasta aquí mi reflexión sobre psicopatía y responsabilidad criminal. Espero haber incitado a reflexionar a más de un lector acerca de los estudios neurocientíficos sobre psicopatía, y sus repercusiones en el sistema legal, y la necesidad de integrar los datos que se tienen, hasta ahora, fragmentados. Así como la necesidad de realizar más investigación en éste tema.

Referencias

ResearchBlogging.orgBlair RJ (2006). The emergence of psychopathy: implications for the neuropsychological approach to developmental disorders. Cognition, 101 (2), 414-42 PMID: 16904094 

Blair, R. J. R. (2008). The Cognitive Neuroscience of Psychopathy and Implications for Judgment of Responsability. Neuroethics, 1, 149-157 : 10.1007/s12152-008-9016-6 

Glannon, W. (2008). Moral Responsability and the Psychopath. Neuroethics, 1, 158-166 

Gregory, S., Ffytche, D., Simmons, A., Kumari, V., Howard, M., Hodgins, S., & Blackwood, N. (2012). The Antisocial Brain: Psychopathy Matters, A Structural MRI Investigation of Antisocial Male Violent Offenders. Archives of General Psychiatry : 10.1001/archgenpsychiatry.2012.222 

Johnson, A. K., Barnacz, A., Yokkaichi, T., Rubio, J., Racioppi, C., Shackelford, T. K., Fisher, M. L., & Keenan, J. P. (2005). Me, myself, and lie: The role of self-awareness in deception. Personality and Individual Differences, 38 (8), 1847-1853 DOI: 10.1016/j.paid.2004.11.013 

Li X, Lu ZL, D'Argembeau A, Ng M, & Bechara A (2010). The Iowa Gambling Task in fMRI images. Human brain mapping, 31 (3), 410-23 PMID: 19777556 

Northoff G, Grimm S, Boeker H, Schmidt C, Bermpohl F, Heinzel A, Hell D, & Boesiger P (2006). Affective judgment and beneficial decision making: ventromedial prefrontal activity correlates with performance in the Iowa Gambling Task. Human brain mapping, 27 (7), 572-87 PMID: 16372256





2 comentarios:

  1. No se demerita para nada el hallazgo de la diferencia estructural en estos pacientes pero considero que seria un error el darle tanta significancia para plantear una relación con la psicosis u otro tipo de trastornos de este tipo. Plantear una relación sin incluir variables psicosociales para fundamentar estos trastornos se me hace inaceptable. A lo mejor es verdad que influya esta diferencia ,pero sin la exposición y la interacción de distintos variables en estas personas a lo mejor no se darían. Es decir a lo mejor la persona esta predeterminada pero si no hay un agente que lo desencadene igual y nunca se presentará. por ejemplo: una persona sometida a diversos factes de riesgo como las drogas, el ambiente etc.
    Me gusta como redactas julits, buen post lml

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  2. Muy bien Julito, hasta ahora me han parecido muy interesantes las tres entradas de tu blog, en esta en particular me pareció muy acertada y sobre todo bien fundamentada tu postura acerca de la imputabilidad del psicópata. Sigue así

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